Con una inversión de 10 millones de euros, esta nueva ampliación permite a Inibsa aumentar en un 37,5% su capacidad, llegando a los 300 millones  de fabricación de cartuchos al año. La nueva línea de llenado ha implicado la construcción de una nueva zona estéril, y va acompañada de una nueva máquina de revisión óptica y de una etiquetadora. Este proceso de ampliación de capacidad se completará el año que viene con la incorporación de dos nuevos equipos de packaging.

Este proyecto se enmarca dentro del plan de especialización en anestesia dental de la compañía, iniciado hace 5 años, durante los cuales Inibsa ha invertido más de 19 millones de euros, con la ampliación de las instalaciones en 2015, la adquisición de una nueva línea de producción de anestesia en 2016, y la remodelación de los laboratorios de Microbiología, Desarrollo Farmacéutico y Físico-Químico entre los años 2017-2018, obteniendo como resultado unas instalaciones de última generación y tecnología puntera en la fabricación de anestesia dental.

El director general de Inibsa, Eduard López, asegura “que ahora se están culminando parte de los planes que dibujamos hace unos años, en los que nos marcamos ser el gran especialista en anestesia dental. Sabemos que todavía quedan pasos por hacer, pero creemos en este proyecto, la trayectoria hasta hoy nos avala, y los datos de futuro son esperanzadores”. López apunta que cada paso que da Inibsa en esta dirección es para “estar al lado de los profesionales de la odontología, ofreciéndoles la calidad y la seguridad que necesitan desde el inicio de cualquier tratamiento dental, para que puedan desarrollar con normalidad la odontología del S. XXI. Esto es lo que nos mueve cada día”.

Inibsa lleva más de 70 años en el mercado, y 50 vinculado al mundo del control del dolor. Como especialistas en este sector, las anestesias dentales de Inibsa están presentes en más de 50 países de todo el mundo.